Por favor, no te rindas.

He visto a demasiadas personas rendirse, he visto lo que la vida hace contigo cuando dejas de luchar y eso me asusta. He visto madres caer en el agujero más absoluto después de perder a sus hijos. Posiblemente una de las cosas más duras y crueles en este mundo es ver morir una parte de ti sin poder hacer nada. Sentir ese vacío irreparable y estar condenada a sufrirlo de por vida. He visto hijos llorar de rabia porque la vida se ha llevado a sus padres y caer rendidos porque la desgracia arrastra también a sus madres. Obligarte a mostrarte fuerte cuando lo único que quieres hacer es derrumbarte y rendirte. He visto sufrir a buenos amigos víctimas de la enfermedad. Caer y levantarse tantas y tantas veces que es imposible numerarlas. Sufrir tantas réplicas que acabaron tumbados y ya no han vuelto a levantarse y convivir con la incertidumbre a la espera de una nueva réplica, posiblemente más cruel y más letal que todas las anteriores. He visto familias enteras intentando ser fuertes para encajar los golpes que les da la vida. Uno tras otro, cada vez más frecuentes hasta que uno a uno el grupo va perdiendo luchadores que se rinden y va ganando almas tristes que se apagan.

Sufro la crueldad de una de las peores enfermedades mentales que existen. El Alzheimer le ha borrado la sonrisa a mi abuelo y lo a transformado en un perfecto desconocido. Veo la agonía de mi abuela que sufre a diario los durísimos reveses que esta enfermedad causa en mi abuelo. La miro a los ojos y veo como se le apaga la vida poco a poco. Puedo sentir como pide ayuda en los pocos momentos de lucidez que aun conserva y estoy cansado de tener que oír llorar a mi abuela porque jamás había imaginado una recta final así. Veo a mi madre ilusionarse cada vez que recuerda su nombre y mi asusta que conserve esa esperanza viva cada vez que entra por la puerta de casa.

Por desgracia, he visto a demasiadas personas rendirse, y a todas ellas les digo: "Todavía no te rindas" Hay luz detrás de las sombras. Hay esperanza y felicidad después de la desesperación y el llanto. Lo único que tienes que hacer es mantener la actitud y las ganas y permitirte caer las veces que sean necesarias sin que ninguna de ellas sea la definitiva.

No te rindas, aún estas a tiempo de empezar de nuevo. Aceptar tus sombras, tus miedos y retomar el vuelo. Por favor, no dejes de intentarlo. Aunque la vida duela, aunque sientas vacío tu mundo, aunque la muerte te pise los talones y se ría de ti incontables veces y tengas ganas de mandarlo todo a la mierda. No abandones a pesar de que todo cambie en un segundo y aquello que antes era paz ahora sea lucha, dolor y sangre, porque la vida es tuya y sólo tu debes decidir cuándo dejar de vivirla. Porque existe el dolor, el sufrimiento, la pena, la culpa; existe la enfermedad, la agonía, la tristeza y la muerte, pero también existe el placer, la alegría, la risa. También hay salud, euforia, felicidad y vida.

Por favor nunca dejes de intentarlo...por favor nunca te rindas, te prometo que si luchas contra todo lo malo, los problemas son menos problemas, las enfermedades te alcanzan pero no te vencen y la muerte se asusta de tí. Por favor, vuelve a levantarte otra vez y te juro que la vida es más vida. Las sonrisas son más grandes y la felicidad te completa el alma de nuevo y ya no vuelve a abandonarte jamás.